Crónics del bohemio
31.01.2015 17:4315.03.2014 21:25
-Buenos días, necesito dinero y no he tenido más remedio que molestarles. -No, disculpe usted; pero somos artistas callejeros y también tenemos derecho… -Por supuesto que sí. -¿Quiere que le demuestre lo que hacemos en la calle? -No, gracias, ahora tengo prisa. El bohemio, impactado por la realidad evidente: banco-indigencia, riqueza-pobreza, ha continuado su camino.
En la librería, se presenta como montejiqueño que desea comprar “Las Manecillas del Reloj” y dejar la historia que va dentro de la bolsa, para su autora. Cristobal, así se llama el librero, muestra al visitante el libro, quien lo ojea. “Las Manecillas del Reloj” se funden en la bolsa con “Fuego, Ceniza y … DIAMANTE”. Simbólicamente el bohemio con sus brazos echados sobre las dos autoras las besa en las mejillas y se emociona orgulloso de dos escritoras, una de su generación y ligada familiarmente, y otra de posterior generación, pero las dos ¡perdón de nuevo! Los tres somos montejiqueños.
Después el bohemio ha dejado de serlo para besar y acariciar las suaves mejillas de su madre que con 93 años irradian la frescura de una quinceañera. Irene, la dulce y tierna Irene, con sus rasgos asiáticos de donde procede, cuando me abraza y posa su cabeza sobre mi pecho me enternece.
La mañana ha resultado prolija en emociones para el bohemio. De regreso en el autobús ha sonado el móvil. Treinta años hacía que no escuchaba aquella voz. Voz de un buen amigo y compañero con muchas vivencias en común, muchos enfrentamientos difíciles y momentos delicados en ciudades del Norte de España y en fin….. Esta mañana del 29 de diciembre de 2012, me ha deparado gratas sensaciones y sorpresas.
Leer más: https://www.el-pilarico.es/news/cronicas-de-bohemio/
———
Volver